dilluns, 12 de desembre del 2011

80 aniversario del derecho a voto de las mujeres españolas


Con motivo del 80 aniversario del derecho al voto de las mujeres en España, el Instituto de la Mujer, adscrito al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, a través de la Secretaría de Estado de Igualdad, celebrará el próximo 12 de diciembre en el Círculo de Bellas Artes una Mesa Académica-Cultural, con la que recordar la historia de aquellas sesiones de 1931 en el Congreso de los Diputados, así como el alcance de los hechos y las consecuencias futuras de los mismos.
Se trata de conmemorar la fecha y de rendir homenaje a quienes invirtieron mucho más que su tiempo, su talento y sus desvelos en otorgar a las mujeres un derecho
fundamental como el que supone el voto, destacando especialmente la figura de Clara Campoamor.

dilluns, 5 de desembre del 2011

MUJERES Pieza clave para superar la crisis


Llamamiento mundial por la igualdad de género para aumentar la productividad
Nuevo llamamiento de organismos nacionales e internacionales para luchar contra la discriminación de la mujer, entre otros sectores, en el laboral. Y, como ya ocurriera a finales de los 90, el llamamiento se produce no porque sea una cuestión de derechos humanos (¿por qué a igual función, formación y tarea un hombre cobra más que una mujer?) sino por cuestiones puramente económicas: es preciso contar con la mano de obra de la mitad de la población para salir de la crisis y aumentar así la productividad. A estos argumentos, hay que sumar el de la necesidad de añadir más brazos al mercado laboral para afrontar el envejecimiento de la población.

Estas instituciones (desde el Banco Mundial, hasta el Consejo Económico y Social de España, pasando por la Comisión Europea) apuestan claramente por la lucha contra la discriminación para evitar que la mujer se quede en su casa. El mensaje es claro, el mundo no puede permitirse más población inactiva de la estrictamente necesaria, por lo que los gobiernos deberán combatir esas desigualdades que hasta ahora han permitido. Si esta llamada de atención prospera (como lo hizo la anterior que consiguió que en España, la mitad de la población femenina, sobre todo, las menores de 35 años, entrara en el mercado laboral), las desigualdades se reducirán notablemente.

Así lo indicaba esta misma semana el Banco Mundial que en el informe Igualdad de género y desarrollo apuesta por la igualdad como instrumento "para incrementar la productividad". Además de hacer más representativo el proceso de toma de decisiones en la sociedad y aumentar las posibilidades del desarrollo. En palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, durante el acto de presentación en Madrid del citado informe, "la igualdad es el anverso de la libertad y lo justo es también eficiente".

Según el Banco Mundial, "la productividad aumentará si se aprovechan más las aptitudes y talentos de las mujeres. Eliminadas las barreras discriminatorias para las mujeres se podría aumentar la productividad hasta un 25%". La vicepresidenta Salgado indicó, en este sentido, que el avance registrado en España en la última década "ha sido una de las fuerzas determinantes del progreso económico y social que ha experimentado España". La incorporación plena de la mujer al mercado laboral ha permitido "elevar la productividad y la renta per cápita", señala la vicepresidenta en funciones.

Y tras contar todas las ventajas que tiene la igualdad ("¿ahora es importante la igualdad y antes no?", se preguntan desde la Fundación Mujeres), el Banco Mundial exhorta a los países a reducir las disparidades: "Se precisan políticas correctivas que aborden específicamente las desigualdades de género persistentes", señala.

En esta línea se pronuncia el Consejo Económico y Social (CES), órgano consultivo del Gobierno de España integrado, entre otros, por sindicatos y organizaciones empresariales. El mismo día que el Banco Mundial hacía público su informe, el CES emitía el suyo (no lo hacía desde el 2003), en el que abogaba por luchar contra la discriminación y la plena integración de las mujeres en todas las esferas de la vida social en condiciones de igualdad efectiva para "superar la crisis" económica actual, ya que esta sólo se solucionará si se "aprovecha al máximo y de manera sostenible el potencial de todos los miembros de la sociedad".

El CES hace este llamamiento ante la posibilidad, cierta, de que los asuntos relacionados con la lucha contra la discriminación femenina queden relegados a un segundo plano a consecuencia de la propia crisis. El informe de este organismo reconoce que los avances registrados en España a consecuencia de la ley de Igualdad del 2006 han sido más que nota-bles, aunque es "un proceso no concluido". El CES advierte que desde el 2008, con el escenario de la crisis, se ha advertido "un giro en el énfasis puesto en las políticas de igualdad", algo que considera negativo, precisamente, para conseguir salir de esta situación.

Desde la CES insisten en los logros obtenidos en los últimos años: la tasa de actividad femenina aumentó en una década diez puntos, situándose en el 2007 en el 48,9%, mientras que la tasa de empleo se incrementó en 16 puntos, hasta alcanzar el 43,6%. Con la llegada de la crisis, las diferencias en la participación de hombres y mujeres se han atenuado ligeramente (reducción del diferencial entre las tasas de actividad masculina y femenina de 20 a 16 puntos en apenas tres años, mientras que la tasa de empleo se ha reducido de 21 a 13). Pero, ¡ojo!, dicen desde el CES, esto no ha sido por una cuestión de igualdad de género. Sencillamente, la crisis ha golpeado más a sectores tradicionalmente masculinos. De ahí que la lucha por la desigualdad de género deba continuar.

Publicado en La Vanguardia 3 de diciembre de 2011

divendres, 25 de novembre del 2011

"La peor enemiga de una mujer es otra mujer"


Zulma Reyo, pedagoga de la feminidad

Tengo 68 años. Nací en Nueva York y vivo en Palma. Soy filóloga y educadora, y me dedico a fomentar la feminidad, la mujer interior. Estoy divorciada y tengo un hijo, Max (42). ¿Política? ¡Ética! ¿Creencias? Jesús como maestro. Pobres hombres: os exigís tanto...

VÍCTOR-M. AMELA
Qué es la mujer interior?

La encarnación de los principios de la feminidad. Las mujeres la llevamos dentro, pero solemos amordazarla.

¿Por qué hacen eso?

Porque hemos creído que debíamos emular los valores de la masculinidad: la agresividad, la jerarquía, la competitividad… Así es la mujer exterior actual.

¿La mujer interior no es competitiva?

La mujer interior es cooperativa, solidaria. ¡Deberíamos aprender a desplegarla!

Mientras, ¿qué hace la mujer exterior?

Ser enemiga de la mujer. El peor enemigo de una mujer es otra mujer.

¿En qué sentido?

¡Ay, si pudieras leer las mentes de un grupo de mujeres reunidas! ¡Te asustarías! "Vaya peinado se ha hecho esta". "Qué horror de vestido". "Está gorda, o flaca, o fea, o demasiado maquillada, o demasiado poco...".

¿Sí?

Las mujeres ven como rivales a las demás mujeres, son celosas, competitivas, se zancadillean. ¡Valores copiados del hombre! Y esto tiene que cambiar, va a cambiar, ¡lo noto!

¿Y qué pasará entonces?

Se abrirá paso la mujer interior, la esencia femenina, su modo de percibir el mundo.

¿Cómo ve el mundo lo femenino?

Somos receptáculo, cáliz, vaso, somos hueco, un vacío: absorbemos el entorno de modo transverbal, recibimos todo, abrazamos los opuestos, lo procesamos y captamos todo. ¡Las mujeres somos brujas!

No malinterpretaré esto último.

El modo femenino de percibir el mundo es redondo. "Complicado", dirá el hombre...

¿Hombre y mujer ven el mundo de modo tan diferente?

¡Somos diferentes! Este mundo en que vivimos es sobre todo obra de lo masculino, creación masculina. Le falta feminidad.

¿Y en qué consiste lo masculino?

En hacer un mecano, en construir el puzle del mundo. En medirlo todo cuantitativamente, con dinero... Ve a la mujer como propiedad, posesión explotable, objeto sexual...

Discúlpeme, no siempre es así...

Del mismo modo digo que muchas mujeres utilizan su sexo... para conseguir cosas. La mujer no ha aceptado su vacío como un modo de estar, lo siente como carencia, e intenta llenarlo con cosas, con entregas, regalos: "¡Dime que me quieres!", reclama ella.

¿Es un error?

Sí. Una mujer sola se siente fracasada, desgraciada. "No soy nada", cree. Y son otras mujeres las más criticonas con ella. ¡Basta!

Ya: la mujer completa tiene a su maridito, sus hijos, su piso, sus cosas...

Y su hombre-felpudo, al que manipula. ¡Pobrecitos hombres! Tengo que compadecerlos: se topan con mujeres que usan el sexo para sentirse queridas. Y que, claro, nunca nunca se sentirán lo bastante queridas...

¿Por qué no?

Porque es imposible: nunca un hombre será capaz de satisfacer en una mujer esa insaciable necesidad de correspondencia.

¡Es bueno saberlo!

La mujer interior, en cambio, se sabe madre de toda la creación, mira a todos como hijos... y no necesita más.

¿Cómo restaurar a la mujer interior?

Mediante grupos de mujeres que dejen de rivalizar y practiquen el apoyo mutuo.

¿Y qué hay de la vida sexual?

Que aprenda a vivirla con conciencia, no como medio de conseguir cosas, llenar vacíos, encubrir razones ocultas, ¡o se hará daño!

Y la sexualidad del hombre, ¿qué?

El hombre crece obseso con sus genitales, hace de su genitalidad una identidad. Pobrecitos, os compadezco: ¡os exigís tanto!

Ya.

Ahora culmina un ciclo histórico masculino y se abre otro más femenino. La mujer debe entender su vacío como apertura para acogerlo todo, ¡incluido al hombre! Ella genera el espacio. Y el hombre debe honrarlo. Pero ahí el hombre debe estar atento a algo...

¿A qué?

A honrar a la mujer ¡sin reblandecerse por ello más de la cuenta! A la mujer, a la esencia femenina, le atrae el hombre resuelto, líder. ¡No nos gusta el hombre blandengue!

A ver, aclarémoslo: ¿la mujer quiere un hombre respetuoso, dominador o qué?

Un hombre masculino y sexual, pero sin que la use ni le mande. No guerra de sexos: ¡respeto a las polaridades! Que ella acoja, que él haga, y que ninguno aplaste al otro.

Ya veo: un lío.

Al hombre le cuesta concebir el vacío de la mujer. Y la mujer no debe querer ser máquina masculina. Total: que la mujer deje de manipular, que el hombre deje de explotar.

Si pudiese ser hombre, ¿cómo sería?

¡Siempre he estado encantada de ser mujer! Es que ser hombre es duro...

Yo, hombre, ¿tengo mujer interior?

No, no. Porque ni la suavidad es específicamente femenina, ni la fuerza es específicamente masculina.

¿Qué no debería decirle jamás un hombre a una mujer?

"No entiendes, no sabes qué dices, no digas tontadas, no tiene sentido".

¿Qué no debería decirle jamás una mujer a un hombre?

"Algo te pasa, cuéntame cómo te sientes".

¿Cómo pueden llegar a entenderse un hombre y una mujer?

¡Es imposible! Pero... hay que intentarlo. Puede conseguirse en el amor, cuando un hombre y una mujer se funden, son unidad.

"La mujer interior"


Le adivino una vida intensa y movidita, un infatigable viaje hacia sí misma. Ha vivido en Brasil, India y otros dispares lugares, y se dedica desde hace años a guiar a mujeres más allá de su máscara social, hacia la esencia de lo femenino: las ayuda a expresar a su mujer interior (zulma@ zulmareyo. com), hoy asfixiada por la hegemonía de valores masculinos. Lo explica en su libro La mujer interior (Luciérnaga), que atiende a la feminidad honda y genuina, que Zulma Reyo desvincula del feminismo. No sé si he acabado de entender este galimatías, pero ella me tranquiliza: mujeres y hombres somos tan distintos que quizá no podamos comunicarnos más que de un solo modo: en el amor.

La Contra de La Vanguardia 25/11/11