dilluns, 5 de desembre del 2011

MUJERES Pieza clave para superar la crisis


Llamamiento mundial por la igualdad de género para aumentar la productividad
Nuevo llamamiento de organismos nacionales e internacionales para luchar contra la discriminación de la mujer, entre otros sectores, en el laboral. Y, como ya ocurriera a finales de los 90, el llamamiento se produce no porque sea una cuestión de derechos humanos (¿por qué a igual función, formación y tarea un hombre cobra más que una mujer?) sino por cuestiones puramente económicas: es preciso contar con la mano de obra de la mitad de la población para salir de la crisis y aumentar así la productividad. A estos argumentos, hay que sumar el de la necesidad de añadir más brazos al mercado laboral para afrontar el envejecimiento de la población.

Estas instituciones (desde el Banco Mundial, hasta el Consejo Económico y Social de España, pasando por la Comisión Europea) apuestan claramente por la lucha contra la discriminación para evitar que la mujer se quede en su casa. El mensaje es claro, el mundo no puede permitirse más población inactiva de la estrictamente necesaria, por lo que los gobiernos deberán combatir esas desigualdades que hasta ahora han permitido. Si esta llamada de atención prospera (como lo hizo la anterior que consiguió que en España, la mitad de la población femenina, sobre todo, las menores de 35 años, entrara en el mercado laboral), las desigualdades se reducirán notablemente.

Así lo indicaba esta misma semana el Banco Mundial que en el informe Igualdad de género y desarrollo apuesta por la igualdad como instrumento "para incrementar la productividad". Además de hacer más representativo el proceso de toma de decisiones en la sociedad y aumentar las posibilidades del desarrollo. En palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, durante el acto de presentación en Madrid del citado informe, "la igualdad es el anverso de la libertad y lo justo es también eficiente".

Según el Banco Mundial, "la productividad aumentará si se aprovechan más las aptitudes y talentos de las mujeres. Eliminadas las barreras discriminatorias para las mujeres se podría aumentar la productividad hasta un 25%". La vicepresidenta Salgado indicó, en este sentido, que el avance registrado en España en la última década "ha sido una de las fuerzas determinantes del progreso económico y social que ha experimentado España". La incorporación plena de la mujer al mercado laboral ha permitido "elevar la productividad y la renta per cápita", señala la vicepresidenta en funciones.

Y tras contar todas las ventajas que tiene la igualdad ("¿ahora es importante la igualdad y antes no?", se preguntan desde la Fundación Mujeres), el Banco Mundial exhorta a los países a reducir las disparidades: "Se precisan políticas correctivas que aborden específicamente las desigualdades de género persistentes", señala.

En esta línea se pronuncia el Consejo Económico y Social (CES), órgano consultivo del Gobierno de España integrado, entre otros, por sindicatos y organizaciones empresariales. El mismo día que el Banco Mundial hacía público su informe, el CES emitía el suyo (no lo hacía desde el 2003), en el que abogaba por luchar contra la discriminación y la plena integración de las mujeres en todas las esferas de la vida social en condiciones de igualdad efectiva para "superar la crisis" económica actual, ya que esta sólo se solucionará si se "aprovecha al máximo y de manera sostenible el potencial de todos los miembros de la sociedad".

El CES hace este llamamiento ante la posibilidad, cierta, de que los asuntos relacionados con la lucha contra la discriminación femenina queden relegados a un segundo plano a consecuencia de la propia crisis. El informe de este organismo reconoce que los avances registrados en España a consecuencia de la ley de Igualdad del 2006 han sido más que nota-bles, aunque es "un proceso no concluido". El CES advierte que desde el 2008, con el escenario de la crisis, se ha advertido "un giro en el énfasis puesto en las políticas de igualdad", algo que considera negativo, precisamente, para conseguir salir de esta situación.

Desde la CES insisten en los logros obtenidos en los últimos años: la tasa de actividad femenina aumentó en una década diez puntos, situándose en el 2007 en el 48,9%, mientras que la tasa de empleo se incrementó en 16 puntos, hasta alcanzar el 43,6%. Con la llegada de la crisis, las diferencias en la participación de hombres y mujeres se han atenuado ligeramente (reducción del diferencial entre las tasas de actividad masculina y femenina de 20 a 16 puntos en apenas tres años, mientras que la tasa de empleo se ha reducido de 21 a 13). Pero, ¡ojo!, dicen desde el CES, esto no ha sido por una cuestión de igualdad de género. Sencillamente, la crisis ha golpeado más a sectores tradicionalmente masculinos. De ahí que la lucha por la desigualdad de género deba continuar.

Publicado en La Vanguardia 3 de diciembre de 2011

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